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Maquillaje post-pantalla: cómo proteger la piel de la luz azul

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Pasamos alrededor de 5 horas al día frente a una pantalla. Y para muchos, es un mínimo, ya que basta con tener un trabajo frente al ordenador todo el día, desplazarse en transporte público y ver una película por la noche para que ese tiempo se dispare. Si nos hemos adaptado más o menos bien a este nuevo ritmo de vida, la biología humana, en cambio, no es muy fan de las pantallas, y mucho menos la piel. La piel, órgano frágil y protector del cuerpo, seguramente no había anticipado esta ola de tecnología. Y es que la piel del rostro, en particular, es muy sensible a la luz azul y envejece más rápido con su contacto. ¡Malas noticias para todos aquellos que desean mantenerse jóvenes y están conectados (es decir, la mayoría de nosotros, sin exagerar)! Entonces, ¿cómo proteger la piel de la luz azul y de las pantallas? Afortunadamente, existen varios consejos que comparto con ustedes para seguir conectados con una sonrisa y, de paso, ¡una piel hermosa!

La luz azul: un enemigo invisible para la piel

No la vemos, pero la luz azul influye en nuestra piel. Si bien se puede utilizar para tratamientos específicos con LED para abordar problemas de piel como el acné, a una longitud de onda de aproximadamente 415 nm, también puede ser responsable, sin que nos demos cuenta, del envejecimiento cutáneo debido a todas esas horas que pasamos frente a una pantalla.

Porque no es tanto la tecnología la que plantea el problema, sino nuestra exposición constante: pantalla de smartphone pegada al rostro, ordenador encendido de la mañana a la noche, series por la noche en la cama… Esto debilita la barrera cutánea, genera más radicales libres y puede llevar a una pérdida de elasticidad, un tonalidad apagada e incluso acentuar la hiperpigmentación.

En resumen, la luz azul es un poco como ese compañero simpático a primera vista… pero que acaba por chupar toda tu energía si lo dejas acercarse demasiado.

Por qué nuestras pantallas aceleran el envejecimiento cutáneo

Nuestras pantallas nos conectan al mundo… pero también tienen un lado traicionero. La luz azul que emiten, la de nuestros smartphones, laptops o lámparas LED, estimula la fatiga de la piel. Penetra más profundamente que la luz visible clásica y genera radicales libres: el resultado es que nuestras células se defienden, se agotan y producen menos colágeno. Con el tiempo, esto se traduce en líneas finas más marcadas, un tono menos radiante y a veces manchas pigmentarias, especialmente si pasamos muchas horas frente a una pantalla sin protección.

Otro efecto del que se habla poco: al actuar sobre el reloj interno de la piel, la luz azul interfiere en su ciclo de regeneración nocturna. En resumen, aunque adoramos hacer maratones de series y desplazarnos, la piel, por su parte, a veces preferiría un poco de descanso… y algunas buenas protecciones en el día a día.

Maquillaje + SPF + filtros anti-luz azul: el combo ganador

¿Nuestro mejor aliado para enfrentar la luz azul? Un maquillaje inteligente, pensado como una verdadera armadura diaria. Hoy en día, muchas bases, fondos de maquillaje y sprays fijadores contienen ingredientes protectores: antioxidantes, vitamina E, niacinamida o extractos marinos capaces de neutralizar los radicales libres generados por las pantallas. Pero eso no es todo: la luz azul nunca viaja sola. A menudo viene acompañada de los UV, especialmente cuando trabajamos cerca de una ventana. De ahí la importancia de incluir un SPF en nuestra rutina, tanto en verano como en invierno.

Con este triple combo: maquillaje protector, filtros anti-luz azul y protector solar, la piel se mantiene radiante, menos estresada y mejor defendida. ¡Perfecto para seguir viviendo conectados… sin dejar que las pantallas decidan el futuro de nuestro brillo!

Gestos simples para reducir la exposición diaria

Antes de lanzarse a cualquier producto anti-luz azul, aquí hay algunos gestos simples que puedes adoptar desde ahora para reducir la exposición a la luz azul:

Reducir el tiempo de pantalla

Lo esperamos, pero por supuesto, una de las soluciones para evitar la luz azul es estar menos expuesto a ella. Para ello, evita el tiempo de pantalla… no necesario (el desplazamiento infinito, si sabes a qué me refiero).

Optar por un filtro de ordenador

Los precios son accesibles y permiten filtrar una parte de la emisión de luz azul. ¿Por qué privarse de ello? Lo mejor es informarse bien o pedir consejo en una tienda. Tu piel merece la mejor protección.

Elegir la crema adecuada contra la luz azul

Una de las soluciones para contrarrestar los efectos del envejecimiento cutáneo de la luz azul es ofrecer a tu piel una buena protección eligiendo una crema hidratante que proteja tu piel cuando estés frente a una pantalla. Lo mejor es pedir consejo a un profesional o a un dermatólogo.

Hacer pausas al aire libre

No hay nada mejor que la naturaleza para contrarrestar el estrés oxidativo y permitir que la piel respire. Por supuesto, si el sol está presente, hay que aplicar protector solar, ¿verdad? El objetivo no es dañar la piel.

Imagen principal: ©Foto b Icons8/unsplash

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