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Belleza de la pereza: ¿y si el verdadero lujo fuera hacer menos?

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No, la lazyness beauty no consiste en simplemente pasar un guante por la cara y ya está. No es pereza, sino una elección intencional de simplicidad. ¿La idea? Disminuir, aligerar tu rutina de belleza y volver a lo esencial. Si solías seguir 10 pasos cada noche, ¿por qué no conservar 5, pero las correctas? Si dominas el contouring y las pestañas postizas, déjalas respirar y opta por un polvo suelto. La tendencia Lazyness Beauty (o belleza terapéutica) llega a nuestros baños como un antídoto a la sobrecarga cosmética.

Inspirada en las “slow mornings” que proliferan en TikTok y en los micro-hábitos popularizados por los coaches de bienestar, esta nueva filosofía nos susurra: “Relájate, tómalo con calma”.

Como un micro-hábito bien colocado, este enfoque minimalista le da a tu piel justo lo que necesita. Adiós a la sobrecarga de ingredientes y a las exigencias de adoptar una rutina compleja. Un pequeño paso hacia una belleza más suave, más consciente… y mucho más cool.

Minimalista pero intencional: la rutina de belleza repensada

Lazyness Beauty no significa “no hacer nada”. Se trata de hacer menos, pero mejor. Es como abandonar las sesiones de compras de fast fashion para comprar una bonita pieza de lujo al mes en Vinted. Una rutina efectiva no necesariamente requiere diez pasos ni media hora frente al espejo si no tienes ganas. Lo que esta tendencia promueve es la reducción de gestos innecesarios para conservar solo lo esencial: un buen limpiador, una crema hidratante adecuada, una protección solar, un toque de polvo suelto si te apetece y ya está.

Además, cada vez más dermatólogos recomiendan rutinas simples para respetar el microbioma cutáneo. ¿Demasiados productos? ¿Demasiados agentes activos? Resultado: pieles sobre-estimuladas, irritadas y reactivas. ¿El buen reflejo? Aprender a observar tu piel y volver a lo esencial.

Cuidarse sin demasiado esfuerzo

En esta lógica, la belleza se vuelve terapéutica. Deja de maquillarte para “corregir” o “transformar”. Te maquillas para acompañarte, apoyarte, amarte. Menos base, más brillo natural. Menos contouring, más confianza en uno mismo.

La pereza se convierte casi en un acto militante. Como explican algunas TikToker de belleza que acumulan millones de vistas con videos “anti-rutina larga”. ¿Qué dicen ellas para adoptar esta rutina minimalista? : “No quiero que cuidarme parezca un trabajo no remunerado”. La idea es desprenderse de las exigencias para redescubrir el placer sin presión, en resumen, solo un momento de autocuidado.

@jaimeelana

In 2025 we are only spending our money on things that ACTUALLY WORK. ✨ @LaRochePosayUS @Timeless Skin Care @Beauty of Joseon US #skincare #skincareroutine #minimalist #frugal #sciencebased #fyp #trend #creatorsearchinsights

♬ original sound – Jaime Elana Pelletier

Una belleza que se inscribe en una vida más suave

Finalmente, el concepto de Lazyness Beauty se ancla en una filosofía global de desaceleración o slow living. Lo que aplicamos en nuestra piel también es el reflejo de nuestra cotidianidad. Menos correr. Menos desempeñar. Menos acumular. Como los micro-hábitos de los que te hablaba en este artículo, son los pequeños gestos repetidos a lo largo del tiempo los que tienen un impacto real: acostarse un poco más temprano, beber más agua, aplicar una mascarilla una vez a la semana… sin presión, sin lista de tareas.

Y si cuidarse significara precisamente no buscar hacer todo a la perfección? Como afirma la tendencia “skinimalism” que se observa en cada vez más celebridades. La belleza no necesita sobreproducción: necesita escucha, espacio y respiraciones.

@ariellelorre

The 4 essential skincare products for a minimalist routine according to @thelafacialist on The Blonde Files Podcast 🧖‍♀️

♬ original sound – Arielle Lorre

En resumen, la tendencia Lazyness Beauty no tiene nada de dejarse llevar. Encierra una nueva forma de reconectarse con uno mismo, de desacelerar sin culpa y de escuchar verdaderamente las necesidades de la piel. Al reducir el número de productos y pasos, se gana en tiempo, claridad… y serenidad. Y eso no es todo: adoptar una rutina minimalista también es hacer un gesto por el planeta. Menos empaques de plástico, menos fórmulas químicas vertidas en el agua. Cada producto que evitamos es un pequeño impacto ambiental menos. Al final, hacer menos también es hacer mejor. Para uno mismo, y para el mundo.

Imagen destacada: ©Unsplash 2025

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