Desde la ropa interior a la prenda, ¿cómo se reinventa el corsé?
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Durante mucho tiempo visto como un símbolo de opresión, el corsé está volviendo, pero bajo una nueva luz. Explicamos cómo esta prenda vintage se ha convertido en un arma de poder.
Corsé, repaso de esta lencería modeladora
Inicialmente usado por dandis y militares para dar una apariencia carismática y respetada, el corsé rápidamente se convirtió en una prenda íntima para las mujeres. Es cierto que a lo largo de las épocas, esta lencería ha sido objeto de controversias. Los historiadores están divididos, algunos lo ven como una opresión sexista, otros como un accesorio de feminización.
Lo cierto es que el uso del corsé tenía como objetivo moldear el cuerpo de acuerdo con los estándares estéticos de la época. Así, en el Renacimiento, cuando el corsé tiene sus raíces, los órganos y las costillas de las mujeres estaban comprimidos bajo esta armadura rígida hecha de ballenas, nácar o acero. La idea era mantener el cuerpo, proporcionando una forma y una postura recta y elegante. En realidad, el corsé aplanaba las formas y el pecho, y cualquier signo de opulencia se ocultaba intencionalmente.
A lo largo de las épocas, esta prenda íntima no dejó de cambiar, modelando cada vez más la fisiología humana. Las variantes son numerosas, desde el corsé largo cayendo sobre las caderas hasta el corsé más corto y ceñido, el corsé en su forma representa su tiempo.
Cuando la prenda íntima se convierte en protagonista
A partir de los años 90, dos grandes genios de la moda le dan un nuevo impulso a esta estructura rígida. Al mismo tiempo, reafirman la posición de la mujer. Este genio o costura marca un punto de inflexión en la historia del corsé. De una prenda íntima que negaba la identidad y era un símbolo de encierro, el corsé se convierte en una prenda llamativa y representativa de la mujer emancipada, se convierte en un arma de poder para quienes lo llevan.
Es gracias a las convicciones y el espíritu vanguardista de estos dos diseñadores que se produjo este renacimiento. En 1990, Vivienne Westwood presenta su colección otoño/invierno 1900-1991. ¿La pieza central? Un corsé con un estampado barroco inspirado en una de las pinturas de François Boucher «La pastorcita dormida». Al imprimir esta pintura al óleo en esta serie de corsés, la creadora británica libera la sexualidad y juega brillantemente con los códigos del erotismo y la historia.
Otra interpretación, Jean Paul Gaultier también reinventa el corsé en su propio universo, la exuberancia chic. Así, el «corsé cónico» se vuelve emblemático. Más allá de las líneas y las formas geométricas pronunciadas, esta lencería turbulenta se convierte sobre todo en la expresión de la mujer fuerte, liberada y sexual.
A partir de entonces, el corsé se convierte en una prenda de alta costura que se lleva encima y no debajo. Se muestra con orgullo en lugar de ocultarse. Con líneas redondeadas y cónicas, un juego de texturas y materiales, todo está pensado para abrazar las curvas de la mujer, resaltando así el pecho y las nalgas. Como una verdadera pieza atrevida, el corsé desafía las convenciones y finalmente afirma la sexualidad de la mujer.
Corsé, la prenda de moda de los tiempos modernos
Con las evoluciones constantes, la imagen de esta prenda icónica ha cambiado. El corsé ha pasado de ser un accesorio casi torturante a ser una prenda de alta costura y característica de la mujer emancipada. Así, famosas casas de moda como Louis Vitton, Etro, Burberry o Dolce & Gabanna vuelven a poner de moda esta famosa prenda épica.
Hoy en día, el corsé se presenta como un cinturón que destaca la cintura o como un elegante bustier usado directamente sobre la piel debajo de una chaqueta entallada. En una verdadera reinvención, se muestra en las pasarelas como una sobrevestimenta y no como una prenda íntima. Sin embargo, en un registro más sensual e íntimo, todavía es posible usar el corsé como ropa interior.
En Instagram, las influencers se muestran con el corsé y reciben muchos likes. De hecho, esta prenda está ganando popularidad rápidamente. Barroco y un poco desenfadado, estas fashionistas no dudan en apropiárselo para marcar la diferencia. El contraste de esta herencia con la cintura de avispa seduce. Ahora solo queda ver hasta dónde se reinventará esta prenda emblemática.
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