Los Desafíos de las Marcas de Prêt-à-porter Francesas
This publication is also available in: Français English (UK) Deutsch Italiano English (US)
Las marcas de prêt-à-porter francesas están en crisis. Algunas ya han cerrado sus puertas, otras esperan un comprador o están en liquidación judicial.
Más de 4 000 empleados del sector textil habrían perdido su empleo en Francia en los últimos doce meses y si la situación no mejora, otras marcas emblemáticas del panorama francés enfrentarán el año 2024/2025 con incertidumbre. Peor aún, «el sector de la ropa está en retroceso, pasando de 28,7 a 26 mil millones de euros, según el IFM.»
¿Cómo se puede explicar esta difícil situación que afecta al mundo textil francés? ¿Podrán las marcas emblemáticas salir adelante?
¿Cuáles son las marcas afectadas?
Agárrense, porque la lista es lamentablemente muy larga. Comencemos por aquellas que ya han cerrado: San Marina, Camaïeu -comprada por el grupo Célio- Pimkie, Cop.copine y André.
Kookaï, Go Sport y Gap están en proceso de recuperación judicial. La última en la lista es la empresa Naf-Naf, que busca un comprador.
Estas marcas, que se hundieron en 2022, ya sufrían de la competencia, pero la inflación, que obligó a los franceses a hacer recortes en los gastos no esenciales, y la crisis del covid, que tuvo un enorme impacto en las tiendas, aceleraron la caída.
Las marcas de prêt-à-porter francesas que han sabido adaptarse
Kiabi. ¿Por qué? Porque su posicionamiento es claro. Está claro que estamos lejos del lujo, pero el motor de Kiabi es precisamente vestir a toda la familia con moda y a precios bajos. Es claro y funciona. Su posicionamiento también es visible en su cuenta de Instagram, que presenta familias y respira buen humor.
Ciertas marcas que se posicionan en el segmento de gama alta accesible, como Rouje, Balzac o AMI, ofrecen por un lado ropa de calidad con cierta transparencia en la producción, favoreciendo la fabricación europea o francesa, y que además dominan la comunicación en las redes sociales.
Las marcas de prêt-à-porter francesas que corren el riesgo de cerrar en 2024
Si 2022 y 2023 han sido años oscuros para las marcas de prêt-à-porter francesas, 2024 se presenta igual de difícil. Las marcas IKKS, Princesse, Tam Tam, Comptoir des Cotonniers, Jennyfer e incluso la icónica cadena Galeries Lafayette están en la cuerda floja. ¡Sí, son muchas!
Para recuperarse, algunas están ofreciendo descuentos de -30% o -50%, con la esperanza de atraer a una nueva clientela. Esperemos que esta estrategia sea portadora de esperanza.
La competencia de la fast-fashion y de la segunda mano
La fast-fashion y la segunda mano están en extremos opuestos, pero son precisamente ellas las que acentúan aún más las dificultades de las marcas de gama media.
La ultra fast-fashion como Shein, Cider o Temu ha tomado claramente una parte del mercado no despreciable (Recordemos que Shein obtuvo un beneficio neto de más de 2 mil millones de euros en 2023).
La segunda mano ha despegado, gracias especialmente a una conciencia ecológica y a un deseo de comprar ropa de mejor calidad.
Las aplicaciones Vinted, Vestiaire Collective, Depop se han convertido en verdaderos actores económicos y a los franceses, especialmente a los jóvenes, les encanta buscar piezas únicas de segunda mano.
¿Por qué están en quiebra?
Hay, por supuesto, varias razones que pueden explicar este declive que afecta a las marcas de prêt-à-porter francesas.
Las cadenas como Jennyfer, Camaïeu, André, que vivieron su momento de gloria a principios de los años 2000, no supieron anticipar los nuevos comportamientos de consumo ni la oferta competitiva que se ha ampliado en los últimos años.
El giro digital
Camaïeu, por ejemplo, acaba de dar el giro a Instagram en 2023… un poco tarde en comparación con las expectativas de los consumidores. Aunque una parte de su clientela prefiere las compras en tiendas.
Camaïeu, bajo el impulso de la compra por parte de Célio, está haciendo todo lo posible por modernizarse y conquistar un nuevo público; recuerden que la marca colaboró con la influencer Léna Situation para su campaña de reclutamiento.
Si el lujo en general se encuentra bien, algunas marcas como Sonia Rykiel o Lanvin también están en dificultades, ya que tienen problemas para atraer a la nueva generación. ¿La razón? Un enfoque que carece de modernidad visual y en las redes sociales.
La falta de identidad de las marcas de prêt-à-porter francesas
La falta de identidad en estas marcas de gama media es uno de los factores de su declive.
Las marcas de prêt-à-porter francesas de gama media forman parte de nuestra vida cotidiana, pero la mayoría de las prendas son fabricadas en China o Bangladesh, por lo que no cuentan con la calidad europea, ni con la transparencia medioambiental.
La competencia de otras marcas
Han aparecido Zara (española), H&M (sueca) y ahora la ultra fast-fashion ha llegado. Muy de bajo nivel, pero muy asequible, Shein, Temu y Cider han convencido a una clientela joven, que quiere comprar regularmente. Claramente, la calidad de Shein y de sus similares es muy mala, peor aún, ¡puede ser tóxica! (Según Greenpeace Alemania, siete de los 47 productos textiles de Shein probados contienen sustancias químicas en niveles superiores a los permitidos a nivel europeo).
Otros sitios como Zalando, con una comunicación clara, se han impuesto rápidamente hace algunos años.
¿Cómo pueden recuperarse?
¿Es aún tiempo de salvar nuestras marcas de prêt-à-porter francesas? Quizás, por supuesto, dependiendo de la situación económica de las marcas y muchos otros factores que fluctúan constantemente.
Como Camaïeu, una de las soluciones sería recurrir a un/a influencer y trabajar en su identidad visual al mismo tiempo que en su comunicación, desarrollar la segunda mano mediante la recuperación de prendas antiguas o incluso colaborar con otra marca.
Esperamos que aparezcan compradores y continúen haciendo vivir estas marcas que generan miles de empleos en Francia.