
Las nuevas reglas para llevar la chaqueta en verano
This publication is also available in: Français
English (UK)
Deutsch
Italiano
English (US)
Bajo un sol de verano afirmado, la chaqueta no es lo primero en lo que se piensa — y, sin embargo.
Hoy se impone como una verdadera declaración de estilo, incluso en pleno verano. Adiós a la prenda puramente funcional, llega una nueva forma de llevarla: más consciente, más controlada, decididamente moda. Análisis de las nuevas reglas que hacen de la chaqueta un esencial estival.
- 1. Reevaluar la chaqueta: de prenda funcional a declaración estival
- 2. Elegir el corte adecuado: ¿oversize, crop o fluido?
- 3. Juegos de materiales: transpirabilidad, textura y contraste
- 4. Layering estival: dominar los volúmenes con precisión
- 5. Cuándo y dónde llevarla: chaquetas de día, chaquetas de noche
Reevaluar la chaqueta: de prenda funcional a declaración estival
Durante mucho tiempo relegada a la media estación, la chaqueta regresa al primer plano de la escena estival, repensada por las casas de moda y adoptada por las siluetas más vanguardistas. En las pasarelas primavera-verano 2025, se presenta en lino arrugado, adopta cortes XXL o se reinventa en versiones deliberadamente desestructuradas. Llevada sobre un vestido ajustado o una camiseta de seda, estructura la silueta mientras aporta un aire inmediatamente más afirmado.


Elegir el corte adecuado: ¿oversize, crop o fluido?
El secreto radica en la precisión del corte. Oversize para un efecto de moda afirmado, crop para dinamizar un vestido largo y fluido, o entallada para un look más urbano. Las chaquetas sin mangas o los blazers de tejido técnico seducen por su ligereza, mientras que el lino lavable sigue siendo un imprescindible.
Entre los modelos más relevantes esta temporada, la chaqueta para mujer BZB se inscribe en esta tendencia, con un enfoque juvenil, estructurado y fácil de combinar con las prendas estivales.


Juegos de materiales: transpirabilidad, textura y contraste
En verano, el material es primordial. El lino, el algodón mezclado, el tencel o incluso ciertos linos técnicos combinan transpirabilidad y elegancia. La idea es crear contraste sin excesos: una chaqueta texturizada sobre un conjunto monocromático, un blazer de lona cruda sobre un vestido satinado. Los colores también aportan su matiz: beige arena, crudo, kaki grisáceo o incluso azul mineral. Tonos suaves pero afirmados, en sintonía con el espíritu del summer tailoring.


Layering estival: dominar los volúmenes con precisión
Las temperaturas estivales no prohíben las superposiciones — siempre que se dominen la ligereza. Un vestido de tirantes cortado al bies se combina perfectamente con una chaqueta oversize de lino, un pantalón corto estructurado encuentra su equilibrio con un blazer fluido. El truco radica en el juego de proporciones y la asociación de materiales opuestos: rígido y sedoso, seco y fluido. Para aligerar la silueta, se privilegian tonos naturales y una línea depurada.


Cuándo y dónde llevarla: chaquetas de día, chaquetas de noche
La chaqueta de verano se adapta a los momentos del día. Por la mañana, complementa un look profesional sobre un mono minimalista. Durante el día, se lanza sobre los hombros de un vestido de popelina. Por la noche, se convierte casi en una joya: llevada sobre un top de organza o un pantalón palazzo, finaliza un outfit de rooftop sin esfuerzo. ¿La clave? Apostar por una pieza versátil, capaz de pasar de la oficina a la fiesta sin disonancia.
La chaqueta en verano ya no es un oxímoron, sino una firma. A través de los nuevos cortes, materiales y combinaciones, afirma una visión del estilo a la vez lucida y afirmada. Más que un simple añadido funcional, se convierte en el elemento que equilibra y afirma una silueta. Una pieza a reconsiderar, definitivamente.