¿Qué modelos de zapatos merecen su atención este verano?

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Ciertas piezas hablan más fuerte que otras. En verano, son los zapatos los que desempeñan este papel. Son ellos los que se notan cuando todo lo demás se vuelve más ligero, más minimalista. Esta temporada, las casas de moda apuestan por modelos que combinan precisión estilística, herencia dominada y sentido del detalle. Sin adornos innecesarios, sino doce pares pensados para acompañar cada look veraniego con coherencia y precisión. Piezas fuertes, pero nunca estridentes, que confirman que el estilo a menudo se lee a la altura del tobillo.

Un regreso a los clásicos reinterpretados

Algunos esenciales atraviesan las estaciones con una facilidad notable — siempre y cuando sean tratados con matices. Es precisamente lo que se observa este verano con el gran regreso de los zuecos, en versiones inspiradas en los años 70: suela de madera, cuero natural, espíritu bohemio estructurado. Otro clásico reinterpretado es el mocasín, que abandona su pesadez invernal en favor de líneas más afinadas, estampados inesperados y acabados modernos. La marca francesa Jonak, siempre atenta a los códigos contemporáneos, propone por ejemplo un mocasín con estampado de vaca, combinando una silueta atemporal y un giro visual afirmado. Por último, las bailarinas, que durante mucho tiempo fueron desechadas, vuelven a imponerse, en versión cuadrada o puntiaguda, depuradas, casi arquitectónicas. Modelos sobrios, pero pensados para durar.

El auge de las siluetas ligeras

Si la ligereza se convierte en una prioridad estilística, ya no rima con despreocupación. Las zapatillas finas de estilo retro ofrecen un confort urbano sin sacrificar la elegancia. Junto a estos modelos utilitarios, encontramos zapatos trenzados, perforados, a veces artesanales, que combinan la técnica del gesto y la estética discreta. Y para un toque más travieso, las sandalias tipo medusa se reinventan en versión de cuero o Fisherman, cultivando una estética a la vez nostálgica y contemporánea.

Cuando el detalle marca la diferencia

Lejos de las exageraciones, son los cortes dominados los que hacen diana. Los slingbacks firman un regreso sutil a una feminidad precisa, con su tacón miniatura y su curva elegante. Las babies y Mary Janes, por su parte, escapan del universo infantil gracias a juegos de materiales — satén, malla, cuero tachonado — y acabados más afirmados. Estos modelos juegan con la ambigüedad: a la vez retro y muy actuales.

Efecto statement: los modelos que marcan

Ciertos pares han sido pensados para crear un contraste fuerte. Es el caso de las chanclas con tacón, que intercambian su despreocupación playera por una apariencia más esculpida, casi minimalista. Los zapatos de boxeo, con su línea híbrida entre zapatilla y botín, prolongan el espíritu deportivo insuflándole una dimensión estilística. Por último, los zapatos náuticos — durante mucho tiempo relegados al vestuario BCBG — se mezclan con la calle. Llevados con un denim amplio o una bomber, ganan en carácter mientras conservan su herencia náutica.

Paleta cromática: sutileza y destellos

En cuanto a los tonos, el verano de 2025 cultiva la dulzura y los matices. Los pasteles dominan: rosa empolvado, amarillo pálido, azul helado se imponen en materiales mates o ligeramente iridiscentes.
Los colores naturales, desde el terracota hasta el verde musgo, anclan la silueta en una paleta orgánica y apaciguada.
El rojo cereza, por su parte, contrasta con discreción: utilizado en toque — sobre un tacón, una correa, una suela — dinamiza el conjunto sin desestabilizar la composición.

Doce modelos, una visión del estilo

A través de estos doce modelos, se dibuja una idea: la de un vestidor estival construido con conciencia, atención y equilibrio. Las tendencias del verano de 2025 no buscan seducir por el exceso, ni provocar. Traducen una forma de exigencia calmada, donde cada zapato se convierte en una elección afirmada. Caminar con estilo, hoy, significa avanzar con precisión — y sobre todo, con coherencia.