El trasplante de cabello, una solución para tus complejos
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Según estadísticas, la alopecia androgénica afecta aproximadamente al 80% de los hombres frente al 25% de las mujeres. Ya sea genética o no, la pérdida de cabello es una gran fuente de complejo para quienes la padecen. Afortunadamente, los pacientes pueden recurrir al trasplante capilar para restaurar la densidad de su cuero cabelludo. Descubre todo lo que necesitas saber sobre esta solución.
¿Cómo saber si el trasplante capilar es necesario para ti?
La calvicie es una patología hereditaria cuyos siete estadios se clasifican según la escala de Hamilton-Norwood. En cada etapa, se despojan partes bien distintas del cuero cabelludo. Un trasplante capilar no será necesario en la primera etapa: la pérdida de cabello no es pronunciada y sigue evolucionando, por lo que generalmente se indican más tratamientos. La segunda etapa se caracteriza por la exposición de las áreas frontales y el adelgazamiento de las sienes.
Aunque todavía se trata de una calvicie moderada, ya se puede considerar un trasplante para poner fin al adelgazamiento. Además, el método de trasplante utilizado influirá en gran medida en el nivel de éxito de la operación. La primera técnica de trasplante utilizada es la FUT (Transplante de unidades foliculares) con una tasa de éxito entre el 60% y el 70%. Sin embargo, se está abandonando cada vez más en favor de la técnica FUE (Extracción de unidades foliculares) que garantiza una tasa de éxito del 90%, independientemente del tipo de cabello. La FUE es la técnica de trasplante más recomendada, además de ser muy poco invasiva.
Prepárate para el trasplante: lo que debes saber de antemano
Una buena preparación condiciona el éxito de una operación de trasplante de cabello. Dos semanas antes de la fecha programada para la operación, debes realizar un análisis de sangre. Este análisis preoperatorio destinado al profesional permite determinar la viabilidad de la intervención. Además del análisis preoperatorio, se deben cumplir ciertos criterios para optimizar posteriormente el crecimiento del cabello. Es imprescindible adoptar una alimentación sana y equilibrada. La elección de un buen ritmo de sueño y una buena hidratación también será pertinente para aumentar tus posibilidades. Está prohibido consumir alcohol cuatro días antes de la intervención.
En la práctica, el alcohol limita la eficacia de los anestésicos, lo que puede amplificar el dolor durante el trasplante de cabello. Durante este mismo período, también se prohíbe el tabaco. Limita el suministro de sangre al cuero cabelludo, lo que reduce considerablemente el crecimiento del cabello. El fracaso de la operación también se atribuye al tabaco, ya que amplifica la probabilidad de necrosis prematura de las células. Finalmente, evita los anticoagulantes. Debido a su capacidad para licuar la sangre, prolongan la duración de la cicatrización.
¿Cómo se realiza un trasplante capilar?
Antes de la intervención, el paciente debe aplicar un champú antiséptico en su cuero cabelludo. Una vez en condiciones, el profesional anestesia localmente la parte donante después de haber trazado la zona receptora con un lápiz dermatológico. Con una micro-pinza, extrae los injertos que previamente separa con un micro-punch motorizado (extracción folicular). La viabilidad de los injertos se verifica al microscopio.
Estos se sumergen en una solución de conservación dedicada. Para restaurar la parte despojada, el profesional utiliza un implantador de Choi. Permite insertar los folículos en el cuero cabelludo realizando ligeras perforaciones. Una vez que se ha completado la implantación de los folículos, el profesional te dará recomendaciones para optimizar el crecimiento del cabello y reducir la duración de la cicatrización. Estos consejos variarán según la superficie de la zona reimplantada, la calidad de los folículos y el tipo de piel del paciente.
Fuente: https://medihair.com/fr/statistiques-sur-les-greffes-de-cheveux/