Moda sostenible: ¿cómo consumirla?

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No se puede ignorar más: la moda contamina.

Entre la sobreproducción de prendas fabricadas a bajo costo, las condiciones de trabajo más que discutibles y la efervescencia en torno a la ultra-fast fashion, la industria textil es particularmente señalada en los tiempos que corren.

Pero si bien la situación no es de lo más alentadora, las cosas están cambiando en la industria de la moda. Mejor aún, frente a los desafíos medioambientales, la moda sostenible está tomando cada vez más protagonismo. Y las marcas son ahora numerosas en producir de manera responsable, ofrecer productos ecoconstruidos, invitar a los consumidores a comprar de segunda mano y distanciarse sinceramente del loco mundo de la Fast Fashion.

Y el gobierno, también, comienza (tímidamente) a salir de la sombra para proponer medidas concretas que fomenten la moda ética.

En este artículo, hacemos un balance sobre estos dispositivos para mostrarles que sí, la moda sostenible está evolucionando. Les explicamos lo que está a su disposición para consumir mejor, pero menos. Finalmente, encontrarán una selección de marcas que merecen ser responsables.

Moda sostenible: cuando el gobierno toma medidas

La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Porque además del producto en sí, es toda la cadena de fabricación la que contamina: agua, energía, pesticidas. ¡En la industria textil, la huella de carbono explota!

Pero aún más, según las cifras del gobierno, 450.000 toneladas de textiles usados no son recogidos. En Francia, esto equivale a 45 torres Eiffel que son desechadas en vertederos o incineradas cada año.

Si hasta ahora no se había tomado ninguna medida concreta por parte del gobierno para recoger estos textiles, esto está a punto de cambiar. El 28 de septiembre pasado, Francia anunció una gran consulta con miras a un decreto que se hará público en noviembre con la idea de presentar un plan para los próximos seis años a partir de 2023.

Detrás de todos estos debates burocráticos, la idea es simple: reformar el sistema de responsabilidad ampliada del productor (REP) en el sector textil, de la ropa de hogar y del calzado para incentivar a las marcas a reducir la cantidad de ropa producida y aumentar su calidad para luchar contra el calentamiento global. 

En otras palabras, Francia desea fomentar la moda sostenible.

Y para cumplir con estos nuevos requisitos, no son menos de 5 medidas “ambiciosas” que se están considerando por parte del gobierno, a saber:  

• el acuerdo de un bono para las marcas que producen productos más “virtuosos”,
• la reducción de costos relacionados con la reparación textil,
• el desarrollo de mejores soluciones para la recogida de textiles usados,
• un financiamiento disponible para la clasificación y reparación de textiles,
• la creación de un sistema francés de reciclaje de textiles no reutilizables.

Además, para apoyar estas medidas excepcionales, 600 millones de euros serán asignados durante los próximos seis años. Un presupuesto que se dedicará especialmente a la reparación, la reutilización y el reciclaje. Por otro lado, 350 millones de euros serán dedicados a la recompensa de productos ecoconstruidos.

Si bien estos son solo números, esto demuestra un compromiso por parte del gobierno de fomentar la ecoconstrucción y la recogida para avanzar hacia una industria textil mucho más alineada con los desafíos medioambientales. 

En la práctica, ¿cómo consumir moda sostenible?

La opción vintage para vestir de manera diferente

La segunda mano y el vintage nunca han estado tan de moda como hoy. Las tiendas de segunda mano han reemplazado a las cadenas de prêt-à-porter más trendy, y la blusa de la abuela es la prenda más buscada en el mercadillo. Se dice que el mercado podría incluso superar los 1,16 mil millones de euros según el barómetro Kantar.

Así que la prenda vintage está más de moda que nunca, pero sobre todo, ofrece una manera única y diferenciadora de vestir, todo mientras es sostenible. Ya que, se los recuerdo, vestirse de segunda mano es usar una prenda que ya ha sido utilizada. Allí donde lo nuevo tiene un impacto ecológico considerable debido a su producción y transporte, el vintage, en cambio, es mucho menos contaminante, porque solo se ha producido una vez.

Finalmente, comprar vintage también significa aumentar el valor percibido de la prenda. Cuando pasamos 30 minutos buscando la joya que nos hará lucir bien, el valor sentimental es completamente diferente. Y eso es garantía de una hermosa historia de amor.

Optar por marcas que se comprometen a producir menos, pero mejor

Uno de los flagelos de la industria de la moda es la sobreproducción, que por efecto dominó incita a la sobreconsumo. Si a esto le añadimos el juego de tendencias en el que se embarcan las marcas al diseñar colecciones que tienen como único fin vender en masa, llegamos a una conclusión no muy bonita: la de la fast-fashion.

Por fortuna, existen marcas comprometidas. Y cuando les digo comprometidas, no me refiero a aquellas que pretenden serlo con anuncios bien elaborados y eslóganes “greenwashed”. No, las marcas realmente comprometidas existen, y son cada vez más numerosas. 

Para reconocerlas, aquí hay algunos indicadores a los que pueden prestar atención:

• Las certificaciones/etiquetas: GOTS, Oeko-tex Standard 100, Ecocert, B-corps, OCS, Mohair, Peta Approved Vegan, etc.
• Las materias: ¿de dónde vienen? ¿Cuáles son? ¿Cómo están certificadas? ¿Son recicladas o reciclables?
• La diligencia: ¿es ética respetando las condiciones de trabajo? ¿Es social siendo parte de una asociación o donando una parte de sus beneficios a una organización?
• La comunicación: ¿comunica con transparencia sobre todo lo que hace, lo que planea hacer, pero sobre todo lo que no hace? ¿Es consciente de que no es “perfecta”?
• El ritmo de las colecciones: consideren que una marca que lanza una colección cada tres semanas debe mantener un ritmo de producción. ¡Eso implica necesariamente una movilización de recursos aumentada, y no en el buen sentido!

¿Dónde encontrar prendas sostenibles? Selección de piezas eco responsables

Para terminar este artículo, me gustaría agregar que para consumir moda sostenible, es importante posicionarse como un actor consciente y, por lo tanto, un consumidor responsable. Y eso pasa, ante todo, por la información. Cuestionen y infórmense antes de realizar una compra. Pero también por el compromiso. Comprar a marcas éticas es apoyarlas en su compromiso. Y eso, no pueden lograrlo sin ustedes ;)

Para profundizar en el tema de la moda sostenible:

• Desglose de la moda responsable.
• Presentación de 5 etiquetas de lujo eco-responsables.
• Enfoque en Veja y su zapatilla que va en contra de la corriente.

Imagen principal: © Sandra Semburg