
A partir de qué edad se debe dejar de hacer dormir a un bebé en un saco de dormir?
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La seguridad y el confort de los más pequeños son preocupaciones constantes para los padres. Una de las preguntas que se plantea con frecuencia es hasta qué edad se recomienda hacer dormir a su bebé en un saco de dormir. En este artículo, exploraremos esta cuestión en detalle.
La fase de lactante: la edad ideal para el saco de dormir
La fase de lactante se caracteriza por la fragilidad del niño y sus necesidades de seguridad térmica. Es en este período cuando los sacos de dormir para bebés se revelan como una elección acertada. Los primeros meses de vida, generalmente hasta los seis meses, constituyen un período crítico en el que el lactante depende en gran medida de su saco de dormir para mantener una temperatura corporal óptima.
Los sacos de dormir para bebés están diseñados para evitar cualquier riesgo de asfixia y exceso de calor, garantizando así un sueño pacífico y seguro.
Evolución del lactante: la adaptación necesaria

A medida que el bebé crece, su necesidad de movilidad y de descubrimiento de su entorno aumenta. Por lo tanto, es imperativo supervisar su desarrollo y adaptar el uso del saco de dormir en consecuencia.
Alrededor de los seis meses, muchos niños comienzan a darse la vuelta, a sentarse o a intentar gatear. En esta etapa, se recomienda dejar de usar el saco de dormir de manera gradual, ya que podría obstaculizar su libertad de movimiento.
Transición hacia la manta: el momento oportuno
La transición del saco de dormir hacia el uso de mantas clásicas es un paso crucial en el desarrollo del niño. En general, esto ocurre entre los seis meses y un año. Es esencial prestar atención a las señales que su bebé le envía.
Si muestra una necesidad creciente de movilidad o parece incomodo en su saco de dormir, quizás sea el momento de hacer esta transición de manera suave. Opte por mantas ligeras y bien ajustadas para garantizar un sueño sereno.
Factores individuales: la importancia de la adaptación personalizada

Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, lo que significa que no hay una regla estricta en cuanto al uso del saco de dormir. Algunos bebés pueden sentirse cómodos en un saco de dormir hasta el año de edad, e incluso más.
Por otro lado, otros pueden expresar su necesidad de más libertad desde los seis meses. Es esencial respetar estas señales individuales y tomar decisiones adecuadas para cada niño.